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La comida funciona como punto de encuentro de amistades, diálogos y pasiones. Reúne aspectos de la vida cotidiana como lo hace la cultura pop. Aquí le damos espacio.

lunes, 25 de junio de 2012

Costumbres argentinas

El domingo 24 de junio, el diario La Nación publicó una nota sobre los riesgos de salud que puede provocar la falta de algunos nutrientes en relación a ciertas prácticas alimenticias (http://www.lanacion.com.ar/1484688-cuando-ser-vegano-no-es-nada-saludable). Como hace un par de meses, este blog intenta ver un poco  más allá de las noticias en  relación a los hábitos alimenticios de algunas publicaciones de altísima popularidad.
Desglosando la construcción de esta redacción, se ve que el tema es el detallado aquí arriba, sin embargo el título que eligió el editor es el siguiente: "Cuando ser vegano no es nada saludable".
Entonces, ahí ya no estamos hablando de "falta de nutrientes" sino que se está apuntando a la "peligrosidad" de algunas tendencias alimenticias que omiten todo tipo de grasa animal. Ya no es lo mismo.
Ahondando en la nota, detectamos que se intenta poner en evidencia que detrás de ciertas restricciones que, en su mayoría, los adolescentes hacen en torno a lo que comen se están ocultando prácticas "pseudo anoréxicas". La mayoría de las veces esa elección es la de ser vegetarianos. Eso sí es muy cierto: muchas chicos restringen así su campo alimenticio y claramente estamos hablando de un trastorno. Pero no siempre tiene que ver con el ser vegano o ser vegetariano.
Nuevamente destaco, el problema de esta nota no es tanto lo que dice, sino en los titulares que eligieron o la bajada de la misma: "Cuando en un asado de domingo la adolescente de la familia se excusa y dice "paso, ¿no te acordás que soy vegetariana?", la respuesta puede variar entre una disculpa, un chiste o el comentario: "Bueno, ahora te acerco la ensalada". En cuestión de minutos, nadie se acordará del incidente y tampoco nadie estará muy atento de si la vegetariana de la familia come o no."
Y ahí está lo que más preocupa a esta blogger: la carne. En el primer párrafo de la nota está la carne. No pizzas, hidratos de carbono complejos, dulces, grasas trans. Sino que encaran este ocultamiento de un trastorno desde el no comer carne. Así como es muy poco difundido que los lácteos no son en realidad los mejores trasmisores de calcio, contando con el aval de este mentira de muchísimas asociaciones de nutricionistas y médicos, se sigue sosteniendo que si no se come carne, faltan nutrientes. Los nutrientes faltan si no se comen muchísimos otros alimentos que también los poseen, pero según el imaginario colectivo el alimento que provee el hierro y las proteínas es la carne. Esa imposición del ser argentino de que hay que comer carne, de que si no comemos carne no somos o no seremos. Dejen que coma carne al que quiera y el que no quiera. Dejen que haya un diagnóstico particular para cada caso y que cada médico pueda tratar a su paciente según sus prácticas alimenticias sin ser fundamentalistas. Si el profesional detecta que el tipo de anomalía en la salud de ese caso puntual debe ser tratado agragando carne a esa dieta, que así sea. Pero no encaremos una nota que habla de trastornos alimenticios con que lo que trae deficiencias en la salud es la falta de grasas animales. Todo debe ser tartado y enmarcado en su forma correcta. Incluso el titular de una nota.
Los riesgos de los trastornos alimenticios son mucho más complejos que si se come o no carne.


Nota: Mi nombre es Mercedes Peluffo, tengo 30 años, hice un proceso de vegetarización de mi vida alimenticia paulatino, nunca tuve anemia.

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