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La comida funciona como punto de encuentro de amistades, diálogos y pasiones. Reúne aspectos de la vida cotidiana como lo hace la cultura pop. Aquí le damos espacio.

domingo, 15 de septiembre de 2013

Esponjita naranja



Uno de mis platos preferidos es el soufflé de calabaza. Sencillo, sabroso, versátil. Su textura es mi debilidad. Se lo puede combinar con otras verduras, completarlo con choclo en granos, utilizarlo como capa de un pastel de carne o pollo. Incluso esta receta se puede utilizar para rellenar una tarta.
Es muy sencillo. Primero, un día con tiempo o en ese momento, metemos en un poco de agua hirviendo una calabaza con piel y todo (no hace falta que quede completamente cubierta). Tardará unos 40 minutos. La sacamos cuando esté súper tierna (recuerden que es para hacer un puré), la pelamos y le sacamos las semillas.
Por otro lado salteamos en aceite, manteca o Fritolim cebolla, o puerro con ajo. Lo vamos a agregar al puré de calabaza condimentando con queso rallado, sal y pimienta. Si quieren pueden sumarle queso crema o crema. Yo les paso la base bien sanita, después fíjense ustedes.
A su vez, utilizaremos tres huevos para una calabaza mediana o cinco para una gigante. Separamos las yemas de las claras y a estas últimas las hacemos a nieve.
Cuando esté todo, sumamos las yemas al puré y por último las claras en dos o tres etapas a esa preparación intentando que los movimientos sean suaves y envolventes para que no se baje el soufflé.
Lo volcamos en una fuente para horno. Si quieren pueden gratinar con salsa blanca o queso. La metemos en el horno fuerte por unos 25 minutos y acompañamos con lo que más quieran.
¡Disfruten!