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La comida funciona como punto de encuentro de amistades, diálogos y pasiones. Reúne aspectos de la vida cotidiana como lo hace la cultura pop. Aquí le damos espacio.

sábado, 26 de mayo de 2012

No hay excusas

Más de uno sabe sobre mi aberración por los avances tecnológicos. Pero también, más de uno, sabe que tengo una visión crítica y que esta aberración no es absoluta.
Si no fuera por esos avances no existirían dos (en realidad más) electrodomésticos que festejo, celebro, recomiendo e idolatro: la panera eléctrica y la yogurtera.
Recalco estos dos entre los demás electrodomésticos como el microondas o licuadoras, ya que son grandes colaboradores en conectar a todos aquellos que en su vida se pondrían a elaborar productos que encontramos con muchísima facilidad en la góndola. Ambas máquinas reducen el gasto en relación al valor de los yogures y panes ya manufacturados.
Quién pensaría que con sólo 5 minutos de preparación podría lograr panes y yogures frescos, como en una granja. O que con alrededor de $10 logramos 8 yogures de 125 centímetros cúbicos cuando cada yogur de $200 está unos $4. Claro que el tiempo de cocción de ambos productos sí es largo, pero nuestro que-hacer queda minimizado a volcar ingredientes en frasquitos. lo que ya casi nos despoja de todo tipo de excusa en torno al tiempo que nos toma cocinar.
Obviamente que aquel que tenga un tema de vínculo con lo que come no va a indagar en estos productos, pero a mí, mi deber de blogger pro-comida casera me obliga a hacer esta difusión.
La panera (como le digo yo) es un horno en realidad, que ha incorporado la función de amasado y de espera para el fermento de la levadura a su reloj. O sea que tirando los ingredientes en el molde, apretando dos botones y esperando a que la máquina trabaje (según qué estemos preparando) podemos lograr los más ricos panes salados, integrales, blancos, dulces y hasta preparar masas para pizzas u otras recetas. Se pueden conseguir las manuales que son las que comienzan la cocción cuando nosotros apretamos el botón, o bien, las programables, en las que podemos dejar los ingredientes mezclados dentro del molde y programar para que comience la cocción sola a nuestro gusto.
La yogurtera tiene la misma lógica. Siguiendo las instrucciones preparamos una mezcla de 1 litro de leche con un pote de yogurt natural, endulzamos, volcamos en los frasquitos y en 8 horas tendremos listo el fermento.
Desde ya que todo está indicado en los manuales correspondientes. La panera tiene un recetario para hacer todo tipo de panes y la yogurtera un instructivo para endulzar el yogur y ese tipo de cosas. El precio de la primera rondará los $600 en el caso de la máquina de pan de medio kilo y tal vez $800 por la de pan de un kilo. Sin embargo con los descuentos de las tarjetas o de los supermercados se logra conseguir por mucho menos. Considerando el valor de los panes buenos en los almacenes, panaderías especializadas, etc, lo vale. En el caso de la segunda, la Moulinex es la más reconocida. En la casa de Moulinex ubicada en Av. Cabildo 2027 y el precio es $359. Yo compré la marca Carrefour, que por ahora funciona perfectamente, por $260 en 6 cuotas sin intereses y 15% de descuento los martes con la tarjeta Citi.
Así que, no den más lástima con excusas vacías y cocinen... Iba a decir una palabrota, pero no quiero espantarlos.

domingo, 20 de mayo de 2012

Energía con chips de chocolate

El nuevo disco de Keane, para aquellos que nos gusta la banda, tiene la dosis necesaria de energía, alegría, tristeza y sensibilidad. Volvieron a hacer lo que a tantos nos atrajo en Tears & Fears y el genial Under The Iron Sea. Perfect Symetry también había sido una muy buena producción, sin embargo, en el EP Night Train, intentaron un sonido nuevo un poco más simplón y "de moda" que no tuvo buen gancho.
Por suerte volvieron con cosas como esta. Es una grabación de aficionado pero se ve y escucha bastante bien.


Y entonces quise empaparme y empaparnos a todos con esa energía y me puse a preparar las tradicionales cookies americanas de avena y chips de chocolate.
Receta rápida, fácil, que alimenta y deleita por todos lados.

Precalentamos el horno a 180º.
Primero tamizamos 175 gramos de harina con media cucharadita de bicarbonato de sodio, una pizca de sal y una cucharadita de polvo para hornear. Luego, le suamamos 70 gramos de avena instantánea.
En otro bol hacemos una pomada con 100 gramos de manteca más 35 gramos de azúcar común y 160 de azúcar rubia o negra. Esa pomada quedará teñida de negro en caso de usar la segunda opción de azúcar. Tiene que parecer un paté como para los que no la tienen muy clara. Le ponemos un chorrito de esencia de vainilla y un huevo. Volvemos a integrar.
Cuando tenemos eso bien homogeneizado le tiramos los secos (el harina, etc). Le salpicamos los 100 gramos de chips de chocolate que se consiguen en las dietéticas lo más bien. Los chips pueden ser negros o blancos o pueden reemplazarlos por pasas de uva o alguna fruta seca picada bien chiquita.
Si la masa no se termina de aglutinar bien le podemos agregar un chorrito de leche. Pero ¡ojo! que no se les vaya la mano. Es preferible que vayan volcándola muy de a poco.

Ayudándonos con dos cucharas vamos a armar como copos con la preparación. Si podemos, los vamos a plastando así no quedan muy como pelotas, lo que podría hacer que no se cuesan bien por dentro.
Las colocamos en una placa con Fritolim dentro del horno por unos 10 minutos (pero como siempre digo, vayamos controlándolas). Cuando estén firmes las sacamos.

No son las Toddy pero el sabor es muy similar, no tienen grasas trans y son caseras.

lunes, 14 de mayo de 2012

Cocinas amigas

A la hora de conseguir ciertos productos ya elaborados para mi casa, tengo dos cocineras que no pueden faltar y que son un camino de ida.
Las empanadas de Jorgelina y la comida naturista de Rinconcito Vegano.

Las empanadas de Jorgelina van desde las clásicas de carne, jamón y queso y choclo, a las de brócoli o muzzarella con salchicas y panceta.
Jorge se encarga de que sus empanadas sean super rellenas, grandes, sabrosas y, sobretodo, nutritivas. La calidad de la materia prima es notoria. Además prepara masas de pizza.
Los que quieran pueden optar por la masa integral.
El precio por docena es $48. Por unidad, los valores son $4 las empanadas y $5 las canastitas.
Para conseguir las empas de Jorge pueden llamarla al 3967-50410; 153926041 o enviarle sus pedidos por email o jorspi8@gmail.com. Para encontrarse con sus delicias, por lo menos en mi caso, logramos un punto de encuentro medio en Villa Crespo. Pero para mejor información, consulten.

Rinconcito Vegano, es uno de los nuevos emprendimientos que van teniendo cada vez más repercusión en torno a la comida vegana. Para aquellos que aún no están interiorizados, les cuento que el veganismo es la rama de los vegetarianos que no consumen ningún producto derivado de los animales. O sea que no hay ni huevos, ni lácteos y claro, ni carnes, en ninguna de sus preparaciones. Aún así se las ingenian para preparar matambres, y miles de platos que muchos no imagianrían jamás que pueden lograrse sin los productos "animales" convencionales.
Carla prepara excelentes milanesas de soja saborizadas con albahaca, zanahoria, remolacha, provenzal. El valor es $11 las seis unidades. Además tiene hamburguesas de soja, lentejas, garbanzos, yamaní. Prepara empanadas, tartas, budines, galletitas, todas opciones deliciosas elaboradas de esta forma alternativa que cada vez se instala más como una opción a considerar.
Para contactarse con Carla, pueden escribir a info@rinconcitovegano.com.ar y visitar el blog http://rinconcito-vegano.blogspot.com.ar/.

No se pierdan los productos de estas amigas cocineras.
Empanadas de Jorgelina

Pizza de cancha de Rinconcito Vegano




sábado, 12 de mayo de 2012

Dulce mañana


Esta mañana fue el turno de Norah Jones con su dulce y nostálgico Not Too Late (2006). La dulzura del tema que aquí posteo (aunque narra la tristeza de la traición en una amistad) fue mi inspiración para lograr esta riquísima tarta de dulce de leche con soufflé de coco. Tarda unos 30 a 40 minutos en armarse y 30 en cocinarse.

Primero hacemos la masa (sirve para cualquiera tarta dulce):
A 100 gramos de manteca le agregamos 100 de azúcar blanca y 200 de harina leudante. Con la yema de nuestros dedos trabajamos esa mezcla hasta que se haga como un arenado. Le agregamos dos yemas (de huevos no de nuestros dedos) y seguimos trabjándola con de la misma forma hasta que se aglutine todo. La consistencia de esta masa no es compacta sino que pareciera ser como polvorienta.
La reservamos en la heladera.

Batimos a nieve las dos claras de las dos yemas que utilizamos para la masa con 50 gramos de azúcar. Esto significa que batiremos hasta que parezca un merengue. El punto definitivo es cuando damos vuelta el bowl y no se cae ni se mueve. Toma unos 10 minutos con la batidora eléctrica en velocidad máxima. Las reservamos.
Precalentamos el horno de moderado a fuerte a unos 190º.
En una cacerola grande ponemos un poquito de agua a hervir para hacer un baño maría en donde haremos un sabayón.
Algunas cosas que hay que tener en cuenta a la hora de hacer un sabayón, es que el calor que proporciona el baño maría no debe superar los 50-60º C, por lo que es conveniente tener el fuego a baja temperatura, de lo contrario, las yemas se tornarían granulosas.
El sabayón es una crema emulsionada a partir de las yemas o huevos, por lo tanto, tenemos que conseguir que doble su volumen. Mezclamos 3 huevos con 130 gramos de azúcar en un recipiente de aluminio o un plástico muy fuerte sobre la cacerola que contiene el agua al fuego, batimos hasta que los huevos aumenten de volumen y estén espumosos, como una crema. Recomiendo la batidora eléctrica.
Retiramos la masa de la heladera. Volcamos el masacote en el centro de un molde desmontable de 26 centímetros y ahí aplastamos la masa con nuestros puños llevándola hacia los bordes.
Una vez hecho esto, le untamos 500 gramos de dulce de leche repostero.
Ahora el sabayón va a estar un poco más frío, por lo que le agregamos 150 gramos de coco rallado y las claras a nieve.
Atención, el agregado de las claras a nieve siempre es en tres o cuatro partes. La técnica es colocar una primera parte de manera rápida, para que se asimile el sabayón a la textura suave de las claras y de ahí seguimos agregando las otras partes pero muy de a poco, con movimientos envolventes del centro hacia afuera.
Echamos el soufflé sobre el dulce de leche y vamos al horno unos 30 minutos. O como digo yo, hasta que les parezca que está cocido.
Y esta será la tarta preciosa que disfrutarán. Como la canción de Norah.







martes, 8 de mayo de 2012

Tiempo de cocinar


El disco de Gotye es una excelente excusa para quedarse en casa escuchando algo hermoso, distinto pero familiar y que nos motive a cocinar.
Cuando tenemos tiempo de escuchar un disco, quiere decir que hay una cantidad de tiempo más que suficiente y disponible para preparar esas cosas que se pueden dejar listas en la heladera o el freezer y que nos pueden ayudar mucho a la hora de armar un plato "semi" elaborado bien rápido.

Les recomiendo:
Hervir remolachas, chauchas, arroces, hidratar trigo (pueden hacer corquetas con la receta de las croquetas de arroz que he posteado).
Hornear batatas cortadas por la mitad (ni siquiera hace falta pelarlas), calabaza (pueden dejar la parte de base de la misma para rellenar con verduras o cereales), papas.

Imprescindible tener vegetales salteados, los que quieran. La base siempre con cebolla y ajo y si no anda muy caro, el morrón (cuanto más color mejor). Una vez doraditos (con Fritolim o aceite)le agregamos lo que más nos guste.
Aprovechemos los colores: los naranjas son los que más tardan en cocinarse, por lo que si usamos calabaza y zanahoria, debemos ponerlo antes que por ejemplo los verdes (zapallito, chaucha, hojas de espinaca). Las berenjenas se hacen muy rápidamente también. Recuerden que si usan hongos deben colocarse casi al terminar la cocción ya que tienen muchísimo agua y si no se desintegran.
Con ese salteado pueden armar platos con pastas, arroz, pescados, pollo, carnes.
El picado y salteado, si nos ponemos las pilas y no hablamos de cantidades industriales, no nos toma más de 30 a 35 minutos. Y el hervido y horneado de todo lo demás sólo requiere poner el agua a hervir y el horno a calentar.
No sean vagos y
¡COCINEN!

Fideos con berenjena salteada con ajo y cebolla. Un ejemplo de un plato armado en 10 minutos gracias a tener el salteado cocinado previamente.

domingo, 6 de mayo de 2012

Pulen Pulenta

Hermosa, deliciosa, práctica, versátil. La polenta es uno de mis platos preferidos. Se amolda a distintas situaciones. Sirve para cocinar si llegamos tarde y necesitamos algo rápido pero también la podemos aprovechar para agazajar a alguien utilizándola para crear distintos platos. Ya sea en su presentación clásica o en cuadrados fritos, para hacer pizza. La polenta, siempre está, se amolda a casi todo y es nacional y popular.

Mi opción es:

Para seis personas utilizo una proporción de 3 tazas de polenta por 4 de agua y 4 de leche con un caldo y medio de verdura, o bien dos si nos gusta más saladita. Uso esas proporciones porque yo prefiero la polenta con mucho cuerpo. Si les gusta más líquida agréguenle, aproximadamente, una taza más de agua o leche.
Lo importante acá es no hervir los líquidos de entrada. En frío le van agregando, sin dejar de revolver con cucharada de madera, las tres tazas de harina en forma de lluvia (o si quieren junten las tres en un mismo recipiente para que sea más fácil el vertido). Con el líquido en frío evitan la formación de grumos.
Una vez que la harina de maíz ya está toda bien esparcida por el líquido, la llevamos al fuego moderado. No dejamos de revolver.
Como no estamos usando el agua y la leche ya hervidas va a tomar 10 minutos más o menos en que espese. No dejen de revolver. Como por arte de magia, esta harina, que en su formato original tardaba unas 16 horas en espesar, comienza a hacerse una pasta hermosa amarilla. Y listo.

Opcionales:
Queso: con el fuego ya apagado le podemos colocar unos pedazos de queso fresco adentro.
También podemos gratinarla: la colocamos en una fuente. La salseamos con el tuco o filetto que suelan preparar. Le agregamos el queso que más nos guste para gratinar o salsa blanca con roquefort; aquí jueguen son su imaginación, y la metemos dentro del horno precalentado en temperatura casi máxima un poco más de cinco minutos y voi-là.

Polenta gratinada con pedacitos de roquefort y perejil.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Ñoquitos trabajadores



El plato elegido para festejar el día del trabajador fue el ñoqui. Sí. Decidí cambiar el paradigma. El ñoqui no va a cobrar el 29, el ñoqui es la mejor forma de empezar el mes cuando ya hemos cobrado.
Así que aquí tienen: para todos aquellos que reivindican a un plato suculento, práctico y original como estas pequeñas bombitas de papa, espinaca, sémola, ricota, o sus versiones más modernas, calazaba, zanahoria, etc.

Nuevamente recurrimos a la Casa de Pasta para adquirirlos ya que el tiempo libre de este feriado me quedó corto para todo lo que cociné y programé. No me dio tiempo para amasar. Así que elegí los ñoquis de espinaca rellenos con muzzarella de La Juvenil ($58 el kilo). Con medio kilo comen perfectamente dos personas (o sea con menos de $30).

Preparamos una salsa blanca para gratinarlos en el horno y con eso cambia todo.
Este es el procedimiento.
La salsa blanca:

En un jarrito se vuelca una taza de leche descremada o entera y se le agrega harina o maizena (apto para celíacos). Si quiero una salsa más pastosa le agrego alrededor de una cucharada y media colmada del elemento seco, sino una cucharada al ras. Disuelvo en frío los grumos y paso el jarrito al fuego suave. Sin dejar de revolver le agrego sal, pimienta y nuez moscada a gusto. Listo (dos minutos reloj lleva armar la salsa blanca y unos dos minutos más en que coagule).

Con el agua hirviendo, agregamos un puñadito de sal gruesa y tiramos los ñoquis. Una vez que suben a la superficie debe esperarse 2 minutos para retirarlos con espumadera.

En una fuente apta para el horno hago un colchón de la salsa (en este caso de tomate) que siempre tenemos preparada en el freezer con antelación o si no, como ya sabemos, usamos las que vienen listas para usar que son totalmente aprobadas por esta blogger. El horno debe estar precalentado a unos 300º (fuerte).

Volviendo al momento en que retiramos los ñoquis con la espumadera de la cacerola, los colocamos sobre la salsa y los dejamos que se hundan ahí.
Bañamos la superficie con la salsa blanca y le rayamos queso encima (muzzarella, parmesano, regianito, etc).

Lo colocamos en la parrilla de abajo del horno bien fuerte porque la idea es que esté muy poco tiempo allí para gratinar.

Entonces, ¡disfrutamos!