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La comida funciona como punto de encuentro de amistades, diálogos y pasiones. Reúne aspectos de la vida cotidiana como lo hace la cultura pop. Aquí le damos espacio.

lunes, 27 de mayo de 2013

Vegetales Gratin

Eso de que "con el frío se come más pesado" es una verdad relativa. Sí es cierto que el frío invita a reunirse más ante un plato elaborado. Da más ganas de encerrarse, en ambientes varios. Sobretodo, se da la vuelta a la cocina, espacio que en el verano, por lo menos se ve afectado por el no uso del horno.
La idea es que hagamos platos sabrosos y cálidos pero que no sean necesariamente de alto contenido calórico o grasoso.
Los vegetales gratinados son ideales: Brócoli, calabazas, papa, espinaca, acelga, batata, repollitos de bruselas, coliflor, berenjena; todos ellos invitan a ser bañados con una buena, y siempre leal, salsa blanca (este blog se declara fana de dicha preparación) y algún quesito para darle ese dorado y crocantez que a tantos tienta.

La idea es que hiervan cualquiera de estos vegetales, o bien, en el caso de las papas, batatas o calabazas pueden preparalos al horno. Estos últimos, si quieren pueden rellenarlos, pero esa es otra historia a la cual no nos apegaremos ahora. Una vez cocidos los colocamos en alguna placa. En el caso de los brócolis, coliflores, hojas, berenjenas o repollitos los acomodamos por toda la placa, los bañanamos con la salsa blanca y les tiramos el queso encima. En el caso de los tubérculos simplemente los bañamos con la salsa y el queso. Horno fuerte unos 15 minutos, pero como siempre... a ojo!
Podemos usar queso Cuartirolo o también los "Quesabores" en todas sus posibilidades ¡¡¡Lo importante es que dore y se funda!!! Por eso, abstenerse a los Por Salut.
Como acompañamiento puede ser una ensalada, o si quieren algo más calentito, arroz con alguna verdurita salteada. Pero realmente, llenan mucho.
Para la salsa blanca, yo siempre sugiero la opción light: En frío integrar una taza de leche por una cucharada colmadita de harina. Una vez que esté bien disuelta la harina, agregamos, sal, pimienta y la INFALTABLE nuez moscada. Llevamos al fuego y la revolvemos hasta que espese.
Con esta idea, no hace falta clavarse un kilo de guiso de lenteja, mondongo o locro para decir que se necesita comida "que llene" en términos de pesada y calórica para pasar el invierno.
¡No me digan que no tienen pinta! ¡A cocinarla!